sábado, 7 de junio de 2014

¿Happy?

Entonces le dije que siendo así, en el plano político los seguidores de LIBRE (los que realmente se creen el cuento de que un Zelaya o pariente de Zelaya en el poder es lo que Honduras necesita) serían los más infelices del país, lo que los convertiría a su vez en los más críticos e inconformes y por vez primera me vería decidido a no ser tan duro en mi postura, puesto que en el otro lado, en el lado del PAC, Liberal y Nacional estarían los porcentajes más considerables de imbéciles felices y acomodados (y no es que crea que en LIBRE no haya imbéciles acomodados y felices, pero ciertamente los infelices allí son muchos y por eso es imposible olvidarlos).

"El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria", decía Sábato ¿puede usted contra la felicidad de un eco fogón cuando no se tenía nada? ¿contra el entusiasmo de un buen y pelado cristiano que trabaja sin parar día a día y le pela el eje la política? Un pueblo es su mitología y aunque Hector. Mejía L. señala un fatalismo intermitente en el país, este pareciera quedar relegado a los poetas y a los artistas, los verdaderos infelices de la patria, más infelices incluso que el que nada tiene para pasar el día, pues ellos lo que tienen (los poetas sobre todo) es nada que hacer, y no me pregunten por qué, porque tampoco pretendo justificar al nachovegalismo recalcitrante (si mis amigas feministas me permiten utilizar esta última palabrita).

Entonces le dije es verdad, el pesimista, el inconforme es por lo general el más crítico, el más beligerante en su manifestación más comprometida, en la más radical es un nihilista sin esperanzas ni anhelos que no cree que un Zelaya o pariente de Zelaya en el poder es lo que Honduras necesita (si seguimos con el rollo político), que no cree en nadie y en el fondo es una especie de acomodado también, amargo y cínico, quizá el infeliz más feliz, el trol de la amarga carcajada del mundo.

¿Pero a qué vienen estudios como ese le pregunté? Un estudio que nos sitúe en el octavo lugar entre los países más felices de Latinoamérica no hace más que desnudar nuestra imbecilidad ante ese mundo que nada puede contra nosotros. Aunque medir la felicidad, contrario a lo que la ciencia y su método conveniente al caso puedan decirme, seguirá siendo algo tremendamente subjetivo, en primer lugar, ni el pesimismo (un estado más cercano a la realidad) es un estado constante, menos lo es el de la felicidad, que como todos sabemos, viene por retazos, a menos que usted tenga dinero suficiente y pase drogado día y noche o ebrio, pero aún así las resacas son ese pesimismo que te hacen decir frases como "El dinero no trae felicidad, pues todavía no hay cura para esta mierda y porque el dinero se acaba, como el amor y todo".

¿A qué la felicidad entonces? la veo justificada en los negros, no porque sea racista, sino porque la traen en los genes(?), no porque sean negros sino porque, bueno...el asunto es que son gente más alegre que nuestros aborígenes hijos de la muerte, del calendario maya y de mentalidad apocalíptica hasta en el último caite, a cuyas mujeres sometieron a coger con españoles también dominados por una mentalidad judeo-cristiana del mundo se va acabar de Cristo viene y de lloverá sangre y te quemarás en el infierno.

Espero que los que realizaron ese estudio hayan tomado como universo Sambo Creek, el cuerpo desnudo de una morenaza y un litro de gifiti para medir la felicidad de los hondureños, porque si la felicidad existe en un retazo más prolongado debe ser en parte con un escenario así.

Tampoco sé de dónde la venida del señor puede ser algo que inyecte entusiasmo, si fuera creyente realmente me preocuparía, si es tan justo como lo pintan merecería quemarme el culo un buen rato en el infierno, pero la iglesia ha cambiado mucho y los evangélicos han conquistado buena parte de las entusiastas y pobres mentes de los hondureños y quizá la esperanza de eternidad es toda la felicidad que se necesita para seguir aguantando tanta mierda, no lo sé ¿qué puede ser más paradójico en este tema de la felicidad que esperar a alguien por más de 2 mil años? Apelo al entusiasmo por sobre la felicidad.

Tampoco sé que tan infelices sean los de LIBRE y contrario a lo que puedan pensar los lectores, presiento que pueden llegar a algo cuando sean más tremendamente realistas, que no traten de vender ningún apellido como la segunda venida de Cristo, pero al fin y al cabo son un partido político y qué putas puedo esperar. Quizá Juanorla sea un sujeto que irradia felicidad a manera de concha de caracol, para que le sea más fácil justificar sus abusos y que le resbale el peligroso pesimismo, pero sería simplificar, un camino demasiado fácil.

No es felicidad lo que necesitamos para ser felices, quizá al contrario y toda esta mierda del octavo lugar tenga que ver con el puro instinto de supervivencia, me recuerda a una escena que miré por internet de un ratón que es mutilado del vientre para abajo por una serpiente, el ratón huye con lo que le queda de sí mismo aunque ya no tenga caso. Quizá todo este rollo de la felicidad sea solo un desesperado intento por invisibilizar a ese depredador mortal que nos acecha día a día, lo indican quizá esos índices de suicidios tan altos en países con una calidad de vida superior, quizá en esta selva violenta la esperanza en la caverna es la que nos tiene más dispuestos a aceptar esos retazos de alegría individual y cantar en la miseria aunque no sea lo más inteligente, pero demostrado está que entre más pendejo se es, más conforme y alegre se está, en fin, quién soy para juzgar la felicidad o la infelicidad ajena y como dice la palabra, a bailar.









lunes, 26 de mayo de 2014

La chica más guapa de la ciudad

Cass y Serking



En 1981, antes de que hiciera explosión cabalmente la ordinaria locura, la nube mediática alrededor de Charles Bukowski, apareció la primera película inspirada en su obra, que es como decir, inspirada en su vida.

Generalmente se habla de una trilogía de adaptaciones, que completan Barfly (1987) y Factotum (2005), aunque wikipedia señala más, que se joda por el momento, una a la vez, pues con Ordinaria Locura, ya se tiene una dosis muy intensa.
 
La cinta de Marco Ferreri, es en pocas palabras, la mejor interpretación del espíritu bukowskiano que he visto hasta la fecha.

La cinta no se deja superar por el mito del autor, lo desplaza en la manera posible y a diferencia de las otras dos cintas señaladas, que parecen colgarse de su nombre o álter ego, en la pieza de Ferreri no sucede así.

Ben Gazzara es Charles Serking, un escritor alcohólico que vagabundea por Los Ángeles (Lost Ángeles) al lado de la vereda, en las pocilgas y en los bajos fondos, junto a los desplazados por el sueño americano, siempre en busca de alcohol y de mujeres. Tecleando sin parar, viviendo al borde de la locura y de la muerte.

Los puntos de apoyo de los fragmentos de nihilismo que esta alma rota nos lanza con salvajismo desembocan en Cass (Ornella Muti), una prostituta con la que se enreda en una danza desesperada y violenta.  

Ella es la chica más guapa de la ciudad, el desencuentro con lo bello y lo peligroso, su "ángel personificado en una puta", que lo encuentra en el momento en donde cualquier giro en su existencia puede catapultarlo a la fama o dejarlo en caída libre (la resonancia con Fante y su Bandini de Pregúntale al polvo).

La película es la pieza más oscura de las tres, la que más ahonda en la angustia y la desesperación latente en el discurso vitalista de Bukowski, la que nos muestra a un personaje más impredecible y volátil, al que le perdemos afecto por momentos y nos causa repulsión. Entre las escenas más dramáticas está la de Serking tratando de "regresar al vientre materno" y las de Cass llegando a los extremos de la autodestrucción.

Quizá la elección de Ben Gazzara como Serking (que hace ver a Bukowski como un galán), sea también la muestra de la eficaz libertad que respira la obra de Ferreri, cuyo final no nos deja ver a un poeta salvado por la fama, redimido por la literatura, sino a un personaje que seguirá vagabundeando, apoyado quizá por una estoica figura femenina y haciendo lo único que sabe hacer bien, escribir, plasmar en su obra la huella en la frente que le van dejando otros espíritus desahuciados.    
     




     

   

martes, 11 de febrero de 2014

Guía desordenada para salvar a Philip Seymour Hoffman: 1. Love Liza (2012)

"Get a hobby"


En esta el finado Hoffman interpreta a Wilson, un anodino diseñador web lidiando con el suicidio de su querida esposa. La mujer practica el clásico suicidio gringo: envenenamiento con monóxido de carbono al encerrarse en el gringo garaje de su gringa casa con su gringo automóvil marca Saturn encendido.

Un método bastante recomendable, la verdad. No se deja sangre, ni tripas ni sesos desparramados por ningún lado de la sociedad. El suicidado no padece de más sufrimiento tampoco, simplemente se va a dormir. La siesta grande, la caravana espacial. Goodbye, my dears and bye. Aunque claro que hecho de la manera descuidada puede poner en peligro a los demás habitantes de la casa... pero, es cuestión de tener la mínima decencia de dejar una notita en la puerta advirtiendo a los concubinos de la fiesta de gases tóxicos que se está o se ha llevado a cabo adentro y listo, a bailar cadaverous a bailar.


Hablando de notitas, el pobre Wilson, que no encuentra sosiego en su gringa casa, de casualidad da con una carta que le ha dejado su difunta esposa. Este acontecimiento echa la película a andar, finalmente (es lenta. ¿de qué otra manera puede ser una película sobre el duelo de un suicidio?)

Qué cosa tan terrorífica, la carta de un muerto, ¿no? 

La carta de un ser querido en vida ya despierta una gran cantidad de emociones, no digamos de uno que recién acaba de fallecer. Al abrirla, en cierta manera estamos entrando en contacto con el mundo de los muertos. Más específicamente, con el infierno. 

Así, pues, que vamos viendo como Wilson lidia con este dilema. Aparentemente, lo que Wilson hace es evadir el contacto con su diabla personal. Evade abrir la carta, sin embargo, la conserva y la lleva consigo en su pequeña aventura insensata.

Wilson evade contactar a la difunta mediante la carta, porque la lectura de la carta es el fin, el último beso. Lo que sea que ésta contenga es lo último de... Liza, de ellos, de su relación. Y Wilson, en este punto nuestro querido Wilson, definitivamente no está listo para dejarla ir.

En cambio, me parece a mí que decide contactarla de otra forma y esa es mediante a su repentino habito a drogarse inhalando los gases emitidos por la gasolina. Huffing, le llaman los gringos a esto. Similar a drogarse inhalando resistol, Wilson empapa trapos con combustible y los inhala para perseguir a su querida hada madrina.

Creo que Wilson encuentra una relación intima entre el combustible y la manera en que Liza se mató... el auto, los gases, la inconsciencia... En una de las últimas escenas vemos incluso a través de sus ojos drogados a Liza, desnuda, caminando por la casa...


Un papel perfecto para Hoffman, el de un individuo al borde del abismo. Por muy trágica que la historia es, no faltan las risas y la música es muy buena. El soundtrack consisten en su mayor parte por canciones del disco Eureka de Jim O'rourke, el cual altamente recomiendo.

Al borde del abismo, no faltan las risas bien podría ser la síntesis de la carrera del, en su manera suicidado, Philip Seymour Hoffman.

martes, 14 de enero de 2014

Top 10 de lecturas de 2013, un año noir




Decido publicar esta entrada ahora y no a finales de diciembre del año pasado porque sí, y ya. Sigo atascado en la lectura de La luna es una cruel amante y Un mundo feliz. Ya es demasiado tarde para abandonar la primera y tal vez su final cumpla la promesa que me planteó la trama desde el inicio, lo haré por Mike, esa solitaria computadora que cobró conciencia de sí misma y llegó a escribir poesía y a gastar bromas pesadas al Alcaide de Luna City.

Así ha sido durante todo el 2013. Lecturas intermitentes y abandonos que han creado un patrón. Simplemente ya no puedo terminar un libro que no me gusta. Antes tenía la nada ceremoniosa manía de leerme la basura que llegaba a mis manos hasta el final, ahora pienso que no debo perder más el tiempo. Lo de "todo libro deja algo bueno", se me antoja como un sacrosanto mandato a prescindir de criterio propio, una frase que nos dijeron en el colegio para que leyéramos todo lo impreso con veneración y reserva, propia de licenciados egresados de la pedagógica que son incapaces de poner en duda lo que está en papel.

La siguiente lista no indica por lo tanto, un innumerable número de lecturas de las cuales escogí 10, ya que mi índice lector bajó considerablemente debido a circunstancias "inmencionables", bonita palabra por cierto. Me atrevo a decir que este número de lecturas está inaceptablemente cercano al total de libros leídos. Tuve problemas de lectura y estoy consiente de ello, aunque no me arrepiento en lo más mínimo de haber abandonado ondas como "Historia de O", por poner un ejemplo. Quizá podría prometer escribir una lista paralela de los libros que dejé, pero como siempre, sería algo que no cumpliría y ya es demasiado tarde, enero llegó y con ello otros autores y otras luchas por no abandonarlos.

10.    Hamlet

Primer libro de Shakespeare que leí y solo diré: Maldito Shakespeare, no puedo agregar nada más, todo lo que pueda decir de él puede ser usado en mi contra.

9. El gran Gatsby

Colocar a Fitzgerald en mejor posición que Shakespeare es una insolencia que no le hará daño a ese hijo de puta, bueno, el asunto es que Gatsby podría ser fácilmente un personaje Shakesperiano. Uno llega a estimarlo y a desear que la suerte le sonría en la locura que emprende y de la cual sabe que no saldrá bien librado. Fitzgerald y el jodido Bardo tienen eso otro en común, ambos asesinan. No pude evitar relacionar a Gatsby con la imagen de Leonardo Di Caprio, sujeto que también muere en la mayoría de sus películas, como bien sabemos. Paradójicamente decidí no mirar dicha adaptación cinematográfica, solo tomar al mencionado como imagen mental.

8. El paraíso perdido

Llego a la octava posición y por más que intento librarme del cabrón de William, no puedo. Y es que John Milton es el Shakespeare de los ingleses, ?, okey...ambos fueron paisanos, contemporáneos y muchos los sitúan en el mismo nivel de calidad, no en mi conteo por supuesto. En el paraíso me encontré con una buena traducción al español de lo que supongo es un inglés sumamente poético y hermoso, naturalmente me fui del lado de Satán, pero no fue por capricho, Milton así lo quiso, al dotarlo de una humanidad más latente que la de las ingenuas criaturas que fueron expulsadas del paraíso.

7. Lolita

Nada mejor que un autor ruso para dejar de lado a ya sabemos quien, don Vladimir se ganó el séptimo lugar no porque desmerezca el primero (Nótese como esta entrada está plagada de negaciones). Mi criterio este año ha sido sesgado por la novela negra, que asumo ocuparán las primeras posiciones de aquí en adelante. Nabokov no escribió este libro para un lector hembra, (Cortazar dixit) este libro premia al lector constante, confieso que estuve a punto de abandonarle (como todo el mundo pensé que era un libro pornográfico) pero resistí y la recompensa fue una obra de una profundidad psicológica destacable, de un erotismo sufriente, eminentemente pasional y peligroso. La violencia es narrada con gran maestría, un libro que nos muestra la noción de viaje como una lucha desenfrenada por conservar un sueño prohibido, y aquí volvemos a lo de los paraísos perdidos...y al maldito Shakespeare.

6. Las partículas elementales

Lo que comenzó en mi como una de esas ingenuidades propias de la juventud, como un afán de crear disturbios innecesarios, gratuitos -y, la mayoría de las veces, solo visibles por esas minorías detestables que juzgo con una deliberada cuota de prejuicios-, me llevó con el tiempo a una conclusión que ahora me parece de lo más obvia: es mejor ficcionarlo todo. Michel Houellebecq, a veces no aguanta la tentación de decir lo que piensa a viva voz y se ha ganado enemigos en la alta izquierda (¿qué putas quiero decir con alta?), en el feminismo (aquí no es difícil ganárselos, basta con que te rompan las pelotas por preguntar ¿Y no es mejor un condón en lugar de un legrado?) y en el siempre jodido y de cuidado mundo musulmán, entre otros. Sin embargo, este año se ganó mi respeto y veneración con su narrativa, pueden decir de él que es un hijo de puta, pero un jodido hijo de puta tan buen narrador como Shakespeare y todos los rusos. En esta novela vemos a un M.H. tan humano como el Satanás de Milton, la agarra contra toda la contracultura, tan venerada por otros autores, (malditos hippies) aunque irónicamente termina planteando una utopía al estilo de "Un mundo feliz"..

5. Plataforma

Decidí incluir ambas novelas en este listado porque no pude decantarme por una en especial. Michel es un monstruo capaz de tragarse las urbes más exóticas como sucede en Plataforma. Este sujeto, en resumen, es una inspiración. Ya quisiera yo tener al menos la mitad de sus enemigos y de su talento. Fácilmente usted mirará con otros ojos a los musulmanes después de leerlo, y querrá irse a turistear allá por Bangkok, no me cabe duda (Note como las descripciones a partir de la quinta posición vuelven a ser famélicas, otra vez ese patrón de abandonar las cosas. Hago aquí una pausa)

4. Cosecha roja

Retomo la lista ya con una cerveza en la mano para la inspiración y hablaré sobre la primera novela negra que leí este año. Cosecha roja es justamente eso, una novela violenta cuyo escenario son los bajos fondos de una ciudad venenosa, corrupta, donde las líneas entre el bien y el mal no están delineadas. Donde tanto policía como detective tienen todo de ángel y de demonio. Una novela fundacional, donde entre otras curiosidades aparece en sus últimas páginas una referencia a Honduras, que bien podría ser incluida en la desaparecida sección de los mimalapalabra y que ahora podríamos rebautizar como "El ya nada discreto encanto de la H".


3. El asesino dentro de mi

Esta novela de Jim Thompson es otro ejemplo claro de que "todo libro deja una enseñanza", es una falacia de licenciados egresados de la upnfm. Esta novela por contenido no deja nada bonito, es peligrosa y dañina, sumamente oscura. El narrador es el sheriff del sur, un aparentemente asolapado sujeto con una mentalidad demoníaca, calculador, manipulador, mujeriego, borracho, hipócrita, decidido a salirse con la suya hasta el último momento. El asesino dentro de mi, es una buena novela del mal, y yo se apreciar cada una de esas piezas que encuentro, porque quizá en el fondo soy un buen lector de novelas del mal, pero no de novelas malas, o porque quizá yo sea un poco malo, aunque no, no se en realidad, a lo mejor quien sabe.


2. 1280 almas.

Fue difícil elegir entre este segundo lugar, la otra novela de Jim Thompson, o "El largo Adiós", de Raymond Chandler. Al final coloco a 1280 almas en segundo por pura salud mental. En parte porque siempre he sido paranoico y me he creído de interés particular para los gobiernos locales y extranjeros. Es decir, un sujeto que coloque a Shakespeare en décimo lugar y a Jim Thompson en primero es un tipo de cuidado, un potencial psicópata, así que para evitar esos malos entendidos sobre mi persona que puede venir por otra frase de la upnfm que reza "Somos lo que leemos", diré únicamente que ambas novelas de Jim son una maravilla que cualquiera que desee incursionar en el género noir debe leer, eso sí, bajo su propio riesgo.


1. El largo adiós

En realidad no discuto mi primer puesto, para mi es la mejor novela del género negro que he leído hasta la fecha. El detective se parece más a los arquetipos convencionales pero con un encanto propio. El detective es mucho más humano y delineado y ha decidido que en su vida solitaria también puede existir la lealtad, la amistad y que aunque se curta en los bajos estratos sociales no perderá su visión suspicazmente romántica de mirar el mundo. Porque en verdad Philip Marlowe, es el sujeto que deseamos ser todos, porque ¿Qué es la novela negra y policial si no los nuevos libros de caballería como los que volvieron loco a Alonso Quijano? Uno realmente no quiere ser un psicópata como en las peligrosas páginas de Thompson, uno quiere ser el sujeto con la personalidad encantadora y el pegue con las mujeres, el sujeto solitario de una ocupación solitaria. Y como Chandler lo indica, el detective es el otro yo del autor, del solitario sujeto que lo crea y le da vida. Uno quiere ser Homes, Marlowe, porque representan la esencia de lo masculino, porque son duros cuando tienen que serlo, porque no pierden su esencia y se mueven por la vida con un sello inconfundible, con una maldición palpable que los vuelve al mismo tiempo villanos y héroes, detestables y queridos. El largo adiós sin duda sería una de las novelas salvadas del fuego por el cura y el barbero, en la nueva versión del Quijote que quizá nunca leeremos.
    

sábado, 11 de enero de 2014

Dostoievski una vez más. Primer nombre Dimitri.



Más allá de donde es posible divisar el camino que nos lleva de regreso a las conocidas y seguras playas de Google, página de la cual parten siempre nuestras exploraciones, me encontré con una pieza de extraña naturaleza aunque de poca o ninguna importancia, el objeto en cuestión, un raído y malogrado documental titulado "Los viajes de Dostoievski".

La copia que encontré, y dudo que el original posea más calidad pues seguramente fue grabada con una cámara barata, subtitulada en inglés para las partes en ruso y alemán, doblada al inglés y sin subtítulo para la voz en off con la que nos ilustra Dmitri, tataranieto de Fiodor, nombrado así por uno de los tres hermanos Karamazov, detalle que no se cansa de repetir como si constituyera su más valioso y quizás único conocimiento de la obra de su abuelo. Todo esto vuelve la visión este documental algo realmente difícil, y como ya dije perdí el rastro y no podría facilitarles un enlace, razón por la cual me he sentido movido a divagar un poco sobre él. Debo aclarar sin embargo, que muchas cosas no las he podido entender bien, debido a la confusión entre tantas lenguas extranjeras, por lo que es probable que este texto contenga un buen número de errores al referirme a él.

El creador de este documental ha encontrado en Rusia, viviendo en la pobreza al único descendiente del ruso más famoso y querido de todo el mundo -pues apostando por los pobres y los miserables, se ganó mas afecto que Tolstoi con su metafísica y su retrato de la realeza-. Toma como punto de partida un viaje a Alemania que Dostoievski hizo poco antes de su muerte y arregla con el nieto para que recree el mismo viaje. El período que el documental cubrirá es sin embargo mucho más largo de lo esperado y en el encontraremos gratas sorpresas en donde al inicio no habríamos puesto nuestro dinero.

El "itinerario" consiste en la participación de Dmitri en algunas conferencias dictadas a favor de la obra de Dostoievski, el caso parece ser que en Alemania estiman más al viejo en que la propia Rusia, esto por motivos políticos, parece que Fiodor era simpatizante de una ideología contraria a la de aquellos que hoy gobiernan Rusia, por lo que Dmitri y su familia han sido dejados de lado, y según él asegura, incluso es visto con algo de recelo.


En metro. Así va el carismático Ruso, camuflado bajo una gabardina o capote caqui, para presentarse luego en las conferencias, en las que es visto incapaz de responder a las preguntas que los organizadores de dichos eventos le esgrimen, su conocimiento se limita, a haber leído quizá los libros y a conocer detalles sobre los lugares en los que vivió Dostoievski, cosas por el estilo que tal vez le fueron contadas por sus padres, por lo que nuestro amigo es poco más que un curioso objeto que el tiempo ha dejado como testimonio de que otro más importante paso por este mundo, al igual que el documental que protagoniza, y en último lugar esta reseña, cada uno menos importante que el objeto que lo precede.

Pero al menos, la motivación de Dmitri es honesta, participará en este proyecto y asistirá a las conferencias con tal de reunir el suficiente dinero para comprarse un Mercedes Benz, y regresar a su casa tras el timón, "¿Quién es el hombre del Mercedes? preguntarán, el hombre sobre las ruedas soy yo" nos dice no sin una pizca de ilusión. De edad imposible de calcular, bien podría tener 20 o 40, el parecido con su abuelo, no puede menos que sorprender, a la barba raída de aquel, la reemplaza un rubio candado tras el cual se divisa una boca grande donde falta un diente, amarillos el resto quizá -esto no se pude saber por la pésima calidad de la imagen- por el continuo uso del tabaco. 

Orador incompetente, papanatas inculto de la obra de su propio antepasado, es pronto menos requerido para dar conferencias y se ve en la necesidad de volver a Rusia, no sin antes gastar casi todo el dinero que ha reunido en un Mercedes viejo que compra en un deshuesadero, el que al poco tiempo se descompone en pleno trayecto, y la suerte de semejante negocio lo obliga a buscar asilo en el templo de un viejo santo mientras encuentra la manera de regresar a su país, lo cual consigue vendiendo dibujos con motivos de las obras y la vida de Dostoievski a las afueras de un teatro en donde se exhibe una obra basada en Crimen y Castigo, la gente, intrigada al ver la firma de Dostoievski en ellos compran varios. Con él nos tomamos una taza de café enfundado en las sábanas desgastadas de su casita calentada por la nieve. 


Del fracaso le llega un poco de madurez, estudia más los libros sobre los cuales tiene la oportunidad de disertar para hacer dinero, y dibuja un poco más con la esperanza de hacer un buen negocio de ellos. Logra llamar la atención de un empresario de casinos, quien desea conocerlo y ver algunos de sus dibujos, con la misma serenidad que ha mantenido a lo largo de toda la historia se presenta en la casa del juego para hablar con él, lleva consigo dos o tres dibujos del tamaño de una hoja de papel carta.

“Sigue mi consejo y olvídate de los dibujos, mejor apóyate en el talento de tu abuelo” Son las palabras que el empresario dirige a nuestro amigo, consejo que sabe aceptar con el mismo rostro serio que muestra tanto en las desgracias como ante la fortuna, quizá por esto, la segunda no tarda en llegar. Para no gastar más palabras resumiré el final de la película, Dmitri consigue la atención de varios empresarios interesados en usar su imagen y su apellido para campañas, primero de casinos por la conocida novela El Jugador, luego otras notablemente parece que hace un comercial para autos Ferrari, quienes aparte de pagarle con dinero le prestan por una semana un ferrari, así aprovecha para visitar un conde o barón supuesto tío suyo, constatamos la existencia de algo inconcebible, ese grupo de locos que todavía creen ser “de la nobleza” comenzamos a ver mejores imágenes, paisajes oscuros y sobrecogedores, creo que viaja a Londres, y asiste en a una fiesta en la sociedad de Tolstoi, conoce al conde Tolstoi, descendiente del rival literario de su abuelo, hay algo de insignificante en todo ello.


Pronuncia un incomprensible discurso sobre la política y la historia de Rusia, al tiempo que se mezcla con escenas suyas bailando como un loco en la fiesta de Tolstoi, sonríe a pesar de todo. Con suficiente dinero para un buen Mercedes hace su ansiada compra y está listo para volver a su ciudad, el vendedor es ciego, detalle que nunca habríamos podido anticipar, Dmitri sale de la escena, convertido en el verdadero protagonista de lo que acabamos de ver, transformado de ignorante de interés únicamente por la relación con su abuelo, en un hombre con identidad propia, Fiodor es tema pero no materia de este documental y Dmitri ha ganado nuestra simpatía. Con letras en la pantalla, cosa realmente detestable, nos enteramos de que chocó su preciado auto luego de escapar de unos ladrones al pasar la frontera y hasta hoy está tratando de repararlo, lo vemos al volante de algo que parece un autobús, enciende un cigarrillo y nos regala por última vez la expresión seria de su cara tenaz y decidida con la cual ha sabido aceptar sin inmutarse su karma.


Concluyo ahora con la reflexión inevitable sobre la miseria, la herencia y la extrañeza de la vida. La vida es algo que se parece más a un monstruo que cualquier otra cosa porque es de una sublimidad desmesurada. Dmitri es heredero no solo de un apellido y un físico copiados de su abuelo, sino también de la miseria de Dostoievski y de sus personajes, como ellos es famoso pero pobre, y sus objetivos siguen siendo mundanos, pero adquieren una dimensión ideológica que versa sobre la identidad y el destino, pues mientras parece condenado a la miseria por herencia familiar, se revela en la búsqueda de dinero, entonces parece sujeto a la falsa identidad y condenado a poder vivir solo bajo la sombra de la fama de su abuelo, abdica nuevamente y abandona su fama pues no le pertenece y quizá le es molesta, para terminar en el anonimato de un conductor de bus, pero con identidad propia. Y sin embargo, sentimos que hay algo que extiende sus tentáculos a través del tiempo,  propensos al pensamiento fantástico caemos en la ilusión de que es el mismo fantasma de Fiodor Dostoievski el que hace siglos buscó la fama y el poder como un Rodia que tuviera éxito, y logró sobresalir así de la masa monstruosa que llamamos humanidad, el que ahora vuelve para integrarse de nuevo a ella dejando el puesto de escritor eminente por el de oscuro ciudadano común.



viernes, 27 de diciembre de 2013

Holy Motors




Con algo de reticencia empecé a ver esta película del francés Leos Carax. Hace un par de años, atraído por la banda sonora hecha por Scott Walker, uno de mis ídolos, intenté ver una película suya llamada Pola X... ni Scott Walker ni cien tragos de Johnny Walker me ayudaron a soportar semejante bodrio. Así, pues, esperando lo peor empecé a verla.

Para mi fortuna, desde la primera escena pude saber que esto era algo diferente. Es visualmente muy atractiva y desde el inicio atrapa la atención del espectador.

Por un buen tiempo uno no sabe realmente qué carajos está pasando, simplemente tenemos a este silvestre individuo siendo conducido por una vieja en una limosina de "evento" en "evento". Para cada evento el personaje cambia de disfraz, lleva en la limosina todos los implementos necesarios. Cada "evento" es como una tarea, tiene un objetivo que alcanzar. Cuál es y/o por qué debe hacerlo no queda muy claro.

Queda libre a la interpretación de cada quien. Hay pistas, claro. A como yo la entendí, la película es una canción de amor para los actores o la actuación misma. En un mundo en el que el reality show es vanagloriado, en que todo se graba, en el que todos somos payasos de youtube o del Vine, en el que cualquier pelele es una estrella, ¿sigue habiendo lugar para los actores purasangre, del teatro y del cine de verdad?

Es como si estas almas perdidas decidieran mandar todo eso a la mierda y simplemente... salir a actuar. Dichos "eventos" son en realidad escenas que se llevan a cabo en cualquier calle, en cualquier lugar por el simple amor al arte, por sentir el placer de interpretar un papel de lleno. Actuar sólo para ellos mismos, en el último reducto posible: la vida misma, el mundo real.

Sublime y confusa en partes iguales, Holy Motors nos lleva de paseo con una de estas almas atormentadas por un día. Es un paseo jodidamente emocionante, peligroso pero hermoso como lo es el buen arte, el de verdad.

martes, 19 de noviembre de 2013

LIBRE o El avance hacia el Nuevo Orden Mundial

Disclaimer: Las opiniones presentadas en esta publicación son ficciones y no pretenden ser entendidas como reales, quizá como producto de una paranoia o de un tipo especial de lecturas, sin embargo, hago esta aclaración porque sé que muchos de mis "compatriotas", creen al cien por ciento lo que ciertos libros religiosos, los periódicos y la televisión dicen.  

Los poderes en las sombras quieren un cambio en la forma de gobernarnos (en este punto usted sabe que no gobiernan los políticos en la luz pública, sino fuerzas económicas de las que poco sabemos, seguramente conectados a otras fuerzas económicas mas grandes en el extranjero). Pero ellos saben que el pueblo no acepta los cambios con facilidad, pues el humano es un animal de costumbres, lo que el llama tradición.

El cambio que ellos buscan, es uno que lleve a la sociedad un paso adelante hacia “El Nuevo orden mundial” esa realidad de ciencia ficción donde se combinan 1984 y Brave New World: El totalitarismo, un gobierno mundial, una economía mundial centralizada y un ejército mundial, ya  saben; las típicas cosas de las que hablan los teóricos de la conspiración y los mariguanos.

Los poderes en las sombras controlan todos los partidos políticos y así son capaces de poner en marcha un complicado plan para lograr sus objetivos. Esa es la razón de que haya tantos partidos políticos actualmente en Honduras y de que el escenario de la política se asemeje más a un circo que a un teatro.
En el contexto de nuestro país la estrategia implementada para llevar a cabo sus planes, es lo que David Icke llama “problema-reacción-solución”.

EL PROBLEMA

Se denuncian por la boca de un líder los inhumanos tratos hechos al pueblo por las personas adineradas. Se pone a ese líder en una campaña para aumentar los salarios, reducir el precio de los alimentos y la gasolina, sacar de la quiebra las empresas de servicios públicos, pero al mismo tiempo se introduce la semilla que en el futuro germinará en el cambio que los poderes en las sombras quieren (esas personas adineradas que se denuncian a sí mismas). En este caso la idea de un cambio a la constitución y con ello, la implementación de un nuevo sistema de gobierno.

En el 2009, la idea de un cambio a la constitución parecía un asunto mayor, incluso para aquellos que no sabíamos nada de política. Ahora, luego de tanta mierda y en vista de que cuando Mel estaba, el salario de hecho aumentó y el costo de vida bajó, el pueblo está dispuesto a probar cualquier cosa, con tal de tener una mejor calidad de vida. La idea de reformar la constitución no es ya aversiva para el pueblo. A los que estaban muy en contra, hoy les viene dando igual, y a los que desde el 2009 militaban (horrible palabra) en las filas de La Resistencia (ahora LIBRE) la idea les inflama más que nunca el corazón.

Pero ambos lados son utilizados, a los primeros, nacionalistas, liberales y de partidos tradiciones se les ablandó la opinión en cuanto vieron a sus líderes considerando la idea de una cuarta urna, hablando de la conveniencia o no de cambiar la constitución, siempre y cuando la reforma “la hicieran ellos”.

Al final, no importa quien haga la reforma, lo importante es que sea hecha y sea aceptada por el pueblo, puesto que los poderes en las sombras controlan a todos los partidos políticos, lo único que necesitan es que el pueblo acepte este cambio, si es de buena gana mejor, y si lo hace pensando que de hecho es bueno para él, tanto más.

Por ello, se le ha dado un líder populista (Mel), para luego quitárselo por medio de “El Golpe” y se ha desmejorado la calidad de vida del ciudadano común. Luego se ha hecho volver a su líder y se ha organizado la llamada “Resistencia” en el partido LIBRE. El pueblo cree que con LIBRE volverán los tiempos de bonanza y puede que sea así, pero más importante es que con Xiomara se logrará lo que se buscó desde un principio, que el pueblo acepte un cambio en la forma de ser gobernados, el cual será simbolizado en una asamblea nacional constituyente para reformar la constitución. Ellos le darán al pueblo la bonanza que ahora le han quitado, a cambio ganarán mayor control sobre este.

Al menos vea la película de 1984 y tenga una idea de lo que viene. A eso agréguele la idea de que usted vivirá en una falsa felicidad por medio de pastillas como sucede en la novela Brave New World (un mundo feliz). Conozco varios neuróticos, que como artistas adelantados a su tiempo, ya viven de esta manera.

EL MUNDO ES TUYO

Usted puede tener mucho más. Verdadera libertad de elección es poder elegir no entre las opciones que se le dan, sino elegir quien le da esas opciones. Los partidos tradicionales, más LIBRE y PAC, son opciones que se nos presentan en la mano de las mismas personas con carácter demoniaco, los líderes que salen en televisión, o bien lo saben, o bien son estúpidos. Ellos buscan, que usted entregue su libertad, su riqueza (no solo material), su felicidad y a cambio le darán una versión china de las mismas cosas. Es el viejo truco de tomar su oro a cambio de espejos.